En el marco de la recorrida de Néstor Pitrola por el interior provincial, desde Prensa Obrera entrevistamos a Daniela Berdesegar y Marcelo Alonso, docentes y activistas de la lista Multicolor de Bolívar (Suteba-CTA) sobre el panorama de la izquierda en la localidad.
¿Cómo se organizó la Multicolor en Bolívar?
La Multicolor se formó en Bolívar en abril del 2020. Somos un grupo de docentes militantes, afines a la izquierda, que decidimos unirnos ante la parálisis de la seccional local de Suteba, que obedece las órdenes de [Roberto] Baradel. En ese momento, a raíz de la pandemia, los trabajadores de la educación sufríamos la sobrecarga laboral, la falta de recursos tecnológicos, el abandono de parte de los gobiernos, mientras los funcionarios estaban de fiesta en la Quinta de Olivos.
Participamos en las asambleas de Suteba planteando las problemáticas locales que no se resuelven y en línea con la Multicolor provincial. En las últimas tres asambleas de memoria y balance rechazamos las mociones de la burocracia. El año pasado, hicimos campaña y fiscalizamos por la Multicolor en las últimas elecciones del gremio como así también en la de la CTA Yasky, algo que fue novedoso en nuestra ciudad.
Fue un trabajo de menor a mayor hasta que logramos instalarnos y ser vistos como un espacio que plantea las problemáticas que a diario se viven en las escuelas, tanto de alumnos como de docentes y ante el silencio de la burocracia de los gremios docentes, cómplices del gobierno local y provincial.
Siempre luchamos, no sólo por lo salarial, sino también para que las condiciones de enseñanza y aprendizaje sean las adecuadas y las escuelas estén en condiciones dignas. Desde un comienzo, venimos planteando distintas problemáticas de las escuelas: edilicias, de calefacción, refacción de baños, violencia escolar, SAE y, en esta última ola de calor, marcamos una postura frente a la suspensión de clases que contó con el apoyo de docentes y también de las familias de los estudiantes.
¿Cómo ven el cuadro de la izquierda en Bolívar en relación a los reclamos populares?
En la ciudad, en el último tiempo, se han dado reclamos que han sido llevados adelante por parte de algunos sectores sociales. La Multicolor ha estado en esos reclamos también, que van más allá de lo educativo. El resto de la izquierda se ha mantenido al margen de esas luchas, como la agrupación local Rodolfo Walsh que de forma oportunista solo participa de las elecciones, usando la legalidad de algún partido como el MST que incluso le permite meter a la burocracia en su lista. Nosotros no coincidimos con esa manera de trabajar, creemos que se debe estar presente y acompañar la lucha y los reclamos, al lado de quien lo necesita.
¿Cómo fue la presentación del Frente de Izquierda en las elecciones de 2021?
En las últimas elecciones, a nivel local se presentaron dos opciones. En Bolívar, por primera vez, en la izquierda hubo dos listas y compitieron en las Paso. Una fue la lista unitaria del FIT (PTS, PO, IS), de la que formamos parte algunos integrantes de la Multicolor, y otra del MST, conformada por la Rodolfo Walsh. La primera lista era nueva y competía con la otra, que tiene más de 20 años de existencia. En esas primarias, a nivel local el FIT-Unidad sacó el 8,42% (1.570 votos) y nuestra lista logró 437 votos ante los 1.133 de la del MST-Walsh, lo que permitió intercalar varios candidatos en la lista para la elección general.
Al momento de la integración de esa lista, algunos de nosotros decidimos no participar porque entendíamos que la lista de la Walsh estaba integrada por personas que avalan o son directamente parte de la burocracia sindical docente. Están con la Celeste de Suteba o con Udocba y, en general, manejan un discurso lejano al de la izquierda. No se definen políticamente ni golpean al gobierno municipal del peronismo ni a la oposición de derecha, con lo cual, no tienen una clara visión de romper con los partidos tradicionales.
El PTS, con quienes nosotros habíamos formado la lista de las Paso, tampoco tuvo en cuenta nuestra postura. Hicimos el planteo de que se llevara esta discusión a la mesa provincial del FIT-U y sacar a estas personas que, disfrazadas de izquierda, representan a la burocracia sindical. Pero tanto el PTS como el MST y la propia agrupación Walsh los avalaron y sostuvieron en sus lugares. Contrario a uno de los principios del FIT, el PTS también cedió lugares en la lista, ya que de acuerdo con los votos obtenidos correspondía el tercer lugar de concejal y terminaron negociando un cuarto lugar.
En las elecciones definitivas, no se retuvieron los votos de toda la izquierda; es más, se perdieron 150 votos y el porcentaje retrocedió al 6,45%. Quedó de manifiesto que hay votantes que quieren otra alternativa de izquierda y hay que trabajar en eso.
¿Qué es la agrupación Rodolfo Walsh y quiénes la conforman?
La Agrupación Rodolfo Walsh es un grupo político que hoy por hoy es un “grupo de amigos” que se presenta a elecciones. En su mayoría vienen del viejo PC, con simpatías por el guevarismo o el peronismo de izquierda, y llevan más de 20 años de existencia. Dicen ser independientes, pero necesitan de un partido que les dé la legalidad para poder presentarse en las elecciones. En su momento fueron con Izquierda Unida, luego con Proyecto Sur y más cerca en el tiempo con Izquierda al Frente. Siguiendo al MST, que les ha dado vía libre para armar la lista como quieren, también se integraron al FIT-Unidad en 2019.
Como buenos paracaidistas, solo militan unos meses antes de las elecciones. No participan en la vida política local ni en los conflictos sociales que se pueden presentar. Estas situaciones, hicieron que algunas integrantes dejaran ese lugar de militancia alternada o electoralista. Si bien se presentan como de izquierda, manejan un discurso ambivalente. Son una centroizquierda que le hace concesiones al Frente de Todos y al intendente Marcos Pisano, con quien en 2019 se sospechaba que tuvieran acuerdos por debajo de la mesa. Cosa con la cual nosotros no acordamos ni lo haremos.
La agrupación dice ser horizontal, pero es verticalista y hasta autoritaria. La dirigen Miki Francisco y Karina Pérez, una pareja de docentes, ex afiliados al Suteba. A pesar de estar integrada por varios docentes, no luchan contra la burocracia y, al contrario, tienen en sus filas a militantes de Baradel. El extremo es que en 2021 llevaron como candidato a consejero escolar a quien era (y sigue siendo) vocal de la Celeste de Bolívar, Jorge Bergallo. Como es lógico no apoyan a la Multicolor ni se pliegan a su lucha, a pesar de haber ido en la misma lista con su principal referente provincial, Romina Del Plá.
¿Qué aportaría un Congreso del FIT-U y los luchadores al debate político que existe en la localidad?
Un debate serviría para aclarar las posturas y lograr formar una izquierda combativa, con trabajadores de diferentes sectores y militantes, definidos a romper con la centroizquierda.
Consideramos que es necesario tener en claro que se debe terminar con los partidos del régimen y la burocracia sindical. En el plano local, le exigimos a la agrupación Rodolfo Walsh que defina su postura y rompa lazos con la burocracia. Si las y los docentes que militan allí pegaran el salto y se unieran a un frente único antiburocrático como es la Multicolor del Suteba, tendríamos mucha más fuerza. Así también es necesario que, a nivel nacional, ocurra lo mismo e impulsemos la unidad de criterios y fuerzas ente la izquierda y los luchadores, para que no avance la derecha y tener una verdadera salida de los trabajadores.