
El gobierno de María Eugenia Vidal dispuso la apertura en Pergamino de un refugio para dar contención y asistencia a las víctimas derivadas por el Programa de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata. Por esto, el ministro de Justicia, Dr. Carlos Mahiques firmó hoy con el intendente de Pergamino, Javier Martínez, el convenio para la creación de un centro en esa ciudad, que servirá para contener y atender con personal especializado a estas personas.
De esta forma se da cumplimiento a lo establecido en la Ley de Refugios, y se crean estas sedes donde la persona rescatada de las redes de trata queda resguardada, en un lugar preservado y acondicionado para que puedan atravesar el proceso hasta su reinserción.
Estas dependencias serán administradas por el ministerio de Justicia de la Provincia, junto a organizaciones sociales; y estarán destinados a la asistencia y el acompañamiento de las personas.
El ministro de Justicia, Carlos Mahiques destacó en el encuentro la importancia de la creación de estos refugios, “lo que demuestra el firme compromiso del gobierno de María Eugenia Vidal en la lucha contra la trata, y en la asistencia de las víctimas, brindando alojamiento apropiado y especial contención para lograr su correcta reinserción a la comunidad”.
En los refugios, operadores capacitados por el Centro de Protección a la Víctima, dependiente del ministerio de Justicia se encargarán de la tarea de contención y reinserción de esas víctimas. Las ONG recibirán a las personas rescatadas y se encargarán de la administración del lugar. Por su parte el Estado Provincial se hará cargo de un pago mensual a la organización y de los honorarios del personal.
Estos centros dependen del ministerio de Justicia, y específicamente de la subsecretaría de Acceso a la Justicia, a cargo de Dr. Juan Ignacio Pérez Curci.
De acuerdo al reglamento de dichos ámbitos, las personas podrán estar tres meses, con la posibilidad de extender la estadía tres meses más. En ese período se les dará contención y generarán alternativas para recuperar la autonomía que perdieron mientras estuvieron en situación de trata.
El protocolo establece que el ingreso al refugio es voluntario, y no podrán estar alojadas mujeres sobrevivientes de trata con fines de explotación sexual junto a víctimas de otras variantes de trata, pero sí tendrán la posibilidad, dado el caso, de ser alojadas con sus hijos o hijas.