Un hombre de 60 años que presentaba un aneurisma gigante de 12 centímetros de diámetro fue operado en el hospital provincial “San Martín” de La Plata. Se le colocó un stent cerebral mediante una técnica que si bien es de uso habitual en Estados Unidos y Francia, en Argentina sólo se había empleado en el Instituto Fleni.
“Decidimos sumar tecnología de este tipo a nuestros hospitales porque pretendemos igualar el acceso de todos los residentes de la Provincia a lo más avanzado en materia de salud”, expresó hoy el ministro de Salud provincial,Alejandro Collia, y agregó que “en materia de recursos humanos contamos con profesionales de gran formación y prestigio que ponen lo mejor de sí en beneficio de los pacientes”.
Los expertos explicaron que un aneurisma es la dilatación de la pared de una arteria o vena, lo que forma como una suerte de “bolsillo” en el vaso sanguíneo que impide la correcta circulación de la sangre. El riesgo radica en que se rompa y provoque un accidente cerebrovascular o que comprima otras áreas cerebrales.
“Es la primera vez que operamos un aneurisma de semejante dimensión. El 70 por ciento de los que intervenimos no superan un centímetro de diámetro”, sostuvo Eduardo Tejado, neurocirujano a cargo de la operación. Agregó que “esta técnica permitió operar en una hora, con poca anestesia y una menor estadía en el hospital”. A una semana de la intervención, el paciente se encuentra en buen estado en su casa del partido de la Costa.
La intervención de estas patologías por métodos convencionales requiere unas 12 horas y se realiza bajo la modalidad conocida como “a cielo abierto”, con anestesia general, lo que implica un mayor riesgo para el paciente.
En este caso, en cambio, se colocó el stent por cateterismo a través de una incisión en la ingle. Este stent tiene la particularidad de desviar el flujo sanguíneo del saco aneurismático y reconducirlo hacia la arteria.
El médico explicó que “este nuevo stent es lo suficientemente cerrado para desviar el flujo, tiene buena navegabilidad, lo que permite su acceso a arterias muy diminutas del cerebro”.
Luego de la operación el paciente sólo requirió un día de internación en terapia intensiva y otro en sala común antes de ser dado de alta, mientras que la operación convencional requiere no menos de una semana de internación y un post-operatorio complejo.
“Hoy en día sabemos que aneurismas grandes que no se resuelven quirúrgicamente se solucionan con stents, que tienen la particularidad de desviar el flujo sanguíneo o redireccionar la sangre hacia la arteria y no hacia el saco aneurismático, logrando que se reconstruya la arteria nuevamente y se cierre el aneurisma”, abundó Tejado.
El especialista, quien comenzó a aplicar esta técnica en su paso por el Instituto Fleni, se manifestó satisfecho “por poder aplicar estos avances de la neuromedicina en un hospital público”, y agradeció “la voluntad del gobierno de la Provincia para adquirir estos stents de alto costo que nos permiten brindar una mejor calidad prestacional a los pacientes”.