El jefe de neonatología del hospital provincia Tetamanti de Mar del Plata, Eduardo Antúnez, dijo que las cuatrillizas que nacieron ayer en ese establecimiento se encuentran en incubadora, estables, sin necesidad de respiración asistida y adelantó que en las próximas 24 horas comenzarán a ser alimentadas con leche que se extraerá su mamá.
Las cuatro niñas, hijas de María Celeste Cardozo, de 30 años, nacieron el lunes a las 16.37 y fueron visitadas, horas más tarde, por el ministro de Salud provincial Alejandro Collia, que se manifestó “orgulloso de que un hospital público de la Provincia sea el ámbito de nacimiento y cuidado de casos como éste, que se da uno en un millón”.
Collia, quien estuvo acompañado por el secretario de Salud municipal Alejandro Ferro, y el director del hospital Hugo Casarsa, comentó que “esto es posible gracias al sistema público de salud con el que cuenta la Provincia, que ya invirtió más de 50 millones de pesos en la neonatologías".
Casarsa contó que “la primera de las niñas, Luz nació con un peso de 1.210 gramos, luego llegó Yemima con 1.435 gramos, Abril con 1.371 gramos, y Guillermina 1.337 gramos”.
El jefe de neonatología adelantó que las pequeñas permanecerán en ese servicio por lo menos hasta que alcancen un peso de 1.800 gramos y recién podrán ser dadas de alta cuando alcancen los 2.200 gramos.
No obstante, agregó que “están bien, con hidratación parenteral y con la temperatura adecuada que es la que les aporta la incubadora”. En las próximas horas la mamá recibirá el asesoramiento del personal del lactario del hospital, que la ayudarán a extraerse leche para comenzar a alimentar a sus hijas.
Dado el riesgo que implica un nacimiento múltiple de estas características durante la césarea debieron intervenir 4 neonatólogos, 4 enfermeras especializadas en recién nacidos, 2 obstetras, 1 un ayudante de obstetricia, 1 anestesista y 1 un técnico especializado en anestesia”.
Las autoridades del hospital dijeron Celeste, la madre, está en muy buen estado, no obstante, por precaución, se le indicó una semana de reposo en el establecimiento.
Por su parte, Adolfo, el papá de las nenas, agradeció “a Dios, a los médicos y a los funcionarios locales y provinciales”, que contuvieron a la familia en los momentos de incertidumbre, cuando no sabían si el parto iba a poder realizarse en esa ciudad.