La Agencia de Recaudación de la provincia de Buenos Aires que conduce Martín Di Bella realizó un operativo de fiscalización en restaurantes del partido de San Isidro, en el cual detectó altos niveles de evasión en el Impuesto sobre los Ingresos Brutos. Además, los controles determinaron diferencias millonarias entre los ingresos declarados por algunos locales antes la AFIP, frente a los expuestos ante el fisco provincial.
En detalle, entre los comercios gastronómicos fiscalizados, se encontró una deuda a la Provincia de $1.103.166, según confirmó la Subdirección Ejecutiva de Fiscalización y Servicios al Contribuyente. Los agentes intimaron a los empresarios a que regularicen su situación en un plazo perentorio.
Al respecto, Di Bella, sostuvo que “a partir del cruce de datos y los controles realizados por nuestros inspectores detectamos un alto nivel de evasión del Impuesto sobre los Ingresos Brutos en los locales gastronómicos. Queremos que estos empresarios regularicen su situación fiscal con la Provincia y ejerzan su actividad en el marco de la ley”.
El economista que conduce Arba explicó que “profundizamos la fiscalización en el sector porque en la operatoria comercial de buena parte de los negocios prevalece la informalidad, con escasa bancarización y maniobras para subdeclarar ventas".
Por su parte, los locales también fueron intimados por la falta de presentación de la declaración jurada de Ingresos Brutos, así como también otros que tampoco tenían el certificado de domicilio como corresponde por ley. En estos últimos casos, volverán a ser visitados por personal de la Agencia en los próximos días para corroborar que hayan regularizado su situación, y de esta manera evitar multas y clausuras.
DIFERENCIA ENTRE LO DECLARADO ANTE AFIP Y LO INFORMADO A ARBA
También en el marco del operativo en zona norte de conurbano, se detectó que la firma Alvear Café S.R.L. había declarado $1,5 millones más en ventas a la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), con respecto a lo que presentó ante Arba, motivo por la cual también fue intimada a regularizar. Para ello, los fiscalizadores utilizaron el sistema on-line de cruce de datos con el fisco nacional que posibilita saber en el momento la evasión impositiva de Ingresos Brutos.
En 2012, los agentes de Arba habían detectado que más de la mitad de los restaurantes controlados evadían impuestos. Luego de fiscalizar 111 establecimientos gastronómicos de toda la Provincia, Arba había intimado a más de la mitad, por registrar algún tipo de irregularidad: había muchos negocios que subdeclaraban las ventas, otros que no estaban inscriptos en Ingresos Brutos, no presentaban las Declaraciones Juradas, o bien tenían impagos los impuestos.
Por su parte, los agentes habían comprobado que sólo el 7% de los establecimientos operaba con tarjetas de crédito y débito, y que el 14% no estaba inscripto ante el fisco provincial. En ese sentido, Di Bella, consideró que "es un despropósito que más del 90% de los dueños de los restaurantes no acepte que la gente pueda pagar con tarjeta”.