“Es muy duro, a medida que avanza el invierno, despertarnos con noticias de muertes e intoxicaciones de alumnos, docentes y auxiliares de la educación. Es algo que se puede evitar con un simple chip y lo tenemos al alcance”, aseguró el Dr. Bucca.
El proyecto prevé que los artefactos a gas cuenten con un sensor electrónico de monóxido de carbono (CO) del tamaño de un chip, que ya se encuentra diseñado y patentado por los científicos de INTEMA-Conicet, cuya señal es procesada por un circuito que cuando detecta concentración de CO produce una interrupción y corta el paso de gas. Este dispositivo se instala fácilmente en equipos de combustión a gas domiciliarios e industriales. Además establece la obligatoriedad en la readecuación de los existentes y de contar con una llave disyuntora de corte por presencia de monóxido de carbono y gas natural o envasado.
Hace aproximadamente cuatro años, el entonces diputado nacional Bucca, junto a familiares de víctimas e investigadores del CONICET, presentó en el Congreso de la Nación un proyecto de ley denominado “Dulces Sueños” (a propósito del nombre que reciben las muertes producidas por intoxicación por monóxido de carbono -CO-, que resulta imperceptible), con el fin de prevenir las muertes e intoxicaciones por este gas. “En Argentina mueren al año alrededor de 250 personas y 2000 sufren intoxicaciones por monóxido de carbono, produciéndose con mayor frecuencia entre los meses de mayo y septiembre” afirmó Bucca.
Los científicos denominan a la muerte por intoxicación por CO “muerte dulce”, y se trata de la causa más frecuente de envenenamiento tanto en nuestro país como a nivel mundial. “La llaman así porque es sumamente peligroso por no ser detectable mediante los sentidos, no anuncia su presencia y es letal”, ratificó el legislador.