Belgrano aprovechó la victoria de Tucumán, para reforzar su ejército y en cuatro meses logró mejorar la disciplina de las tropas, proporcionarles instrucción y duplicar su número. El parque y artillería abandonados por jefe realista Pío Tristán -en su derrota de Tucumán- le permitió a Belgrano, organizarse con mucha mayor soltura.
A comienzos de enero de 1813, emprendió la marcha hacia Salta y el 13 de febrero, a orillas del río Pasaje, el ejército prestó juramento de lealtad a la Asamblea Constituyente que había comenzado a sesionar en Buenos Aires , y a la bandera albiceleste diseñada por Belgrano. La ocasión dio lugar al rebautismo del río con el nombre de Juramento.
El 18 de febrero, el ejercito patriota estaba a las puertas de Salta, que había sido fortificada por el jefe realista, Tristán. El día 19, el nuestro ejército marchó por la mañana con la intención de acometer las tropas enemigas al amanecer del día siguiente. Tristán recibió noticia del avance, y dispuso sus tropas nuevamente para resistirlo.
En la mañana del 20 Belgrano ordenó la marcha del ejército en formación, disponiendo la infantería al centro, una columna de caballería en cada flanco y una nutrida reserva al mando de Manuel Dorrego.
El primer choque fue favorable a los defensores pero, poco antes de mediodía, Belgrano ordenó el ataque de la reserva comandada por Dorrego, mientras la artillería lanzaba fuego graneado.
Al frente de la caballería, Belgrano condujo una avanzada sobre el cerco que rodeaba la ciudad, .mientas que los infantes al mando de Forest, Pico y Superí rompieron la línea enemiga y avanzaron sobre las calles salteñas, cerrando la retirada de los realistas.
Estos, finalmente, se congregaron en la Plaza mayor de la ciudad, donde Tristán decidió rendirse, mandando tocar las campanas de la Iglesia de La Merced
El enviado realista a parlamentar fue el coronel La Hera quien negoció con Belgrano que al día siguiente los soldados abandonarían la ciudad en marcha, con honores de guerra, y depondrían las armas; Belgrano garantizaba su integridad y libertad a cambio del juramento de no empuñar nuevamente las armas contra los patriotas, un gesto inusual que ganó para su causa a no pocos de los combatientes enemigos. Los prisioneros tomados antes de rendición serían liberados a cambio de los hombres que José Manuel Goyeneche, retenía en el Alto Perú.
Belgrano exprearía al enviado, poco antes de despedirlo: “Dígale usted a su general que se despedaza mi corazón al ver derramada tanta sangre americana: Que estoy pronto a otorgar una honrosa capitulación, que haga cesar inmediatamente el fuego en todos los puntos que ocupan sus tropas, como yo voy a mandar que se haga en todos los que ocupan las más.”
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La generosidad de Belgrano, atraería sorpresa en Buenos Aires, pero la resonante victoria silenció las críticas y le granjeó un premio de 40.000 pesos dispuesto por la Asamblea. Belgrano declinó recibirlo, disponiendo que el dinero se destinara a crear escuelas en Tucumán, Salta,Jujuy y Tarija el libramiento de los fondos sería una deuda histórica durante 185 años, hasta que en 1998 finalmente se equipó en Tarija la última destinataria de los mismos.
En la batalla de Salta, por primera vez flameó la enseña patria en una acción de guerra y resultó una nueva e importan te victoria para los revolucionarios. Como consecuencia de este triunfo, los ejércitos realistas fueron detenidos en su avance hacia el sur y estas tierras nunca más pudieron ser recuperadas para el el extinto Virreinato.
Los triunfos de Tucumán y Salta permitieron la recuperación del Alto Perú por los rioplatenses: Díaz Vélez, como jefe de la avanzada patriota -en la segunda campaña al Alto Perú- entró triunfante en la ciudad de Potosí, el 7 de mayo de 1813.
Belgrano dispuso se enterraran los 480 caídos realistas y los 103 patriotas en una fosa común. Allí ubicó una cruz de madera con la leyenda: “Vencedores y vencidos en Salta, 20 de febrero de 1813”.
Esta sencilla cruz de madera fue sustituida poco tiempo después y por solicitud del propio Belgrano, otra cruz pintada de color verde y que llevaba únicamente la leyenda “a los vencedores y vencidos”.
Adhesión de la A. C. Sanmartiniana de Bolivar, en el 200° Aniversario de la Batalla de Salta
Julio C Ruiz Adriana Cisneros Miguel A Gargiulo
Presidente Tesorero Secretario