El “Milagro” de Tucumán.
Cuando Manuel Belgrano llegó al norte a hacerse cargo de un ejército derrotado, el territorio que pisó no era nacional sino de los ganaderos y grandes comerciantes. Es más, aún los caudillos como Aráoz y Güemes, pertenecían a las familias acaudaladas del lugar y estaban en lucha entre ellos ...
Había que vencer el celo provincial, bien estimulado por el enemigo realista, cuyos jefes principales (Olañeta , Pío Tristán, Valdez...) eran criollos de la zona, lo que tornaba negativo el entusiasmo provinciano por la independencia, a la vez que frenar las ínfulas de los porteños que, como French, Dorrego y Díaz Vélez creían que por haber iniciado el camino de la revolución, Buenos Aires debía tener "la primacía sobre las demás de América del Sud..."
Debía reconciliar a la Patria (que para él eran todos los hombres, sin distinción de clases) con el sentir de la Independencia, y a ésta con los intereses de su gente. En definitiva, se trataba de crear Conciencia Nacional.
Y para ello acudió a una raza mezcla de política, religión, estoicismo y estrategia, que lo llevó a desobedecer órdenes del Gobierno para darle a los pueblos de Jujuy y Salta, una Bandera bendecida por su Obispo.
De esta manera el pueblo y el ejército tenían un símbolo en común, algo que excediera el marco de las diferencias mezquinas o localistas... Así también consigue que todo un pueblo lo siga en un éxodo que pocos precedentes tiene en la historia, destruyendo todo a su paso para que no quedara nada que pudiera ser utilizado por el enemigo común...¡ el enemigo común ! consiguió dar otro paso adelante : ya había otra cosa en común entre el pueblo y su ejército..
Llegado a Tucumán, y con todo el apoyo de este pueblo, decide detener su retirada, desobedecer nuevamente a Buenos Aires, organizar la defensa de la ciudad y presentar batalla al invasor que le venía pisando los talones en la retaguardia-
El ejército invasor tuvo que soportar el vacío y el silencio que hallaron a lo largo del camino. Eran hostilizados por las partidas criollas y el 23 de septiembre, el general realista PioTristán, tuvo la máxima sorpresa, al avistar la ciudad de Tucumán y advertir la presencia de Belgrano y su ejército en ella.
El 24 de septiembre se encontraron el ejército realista y el patriota en la batalla de Tucumán, y a pesar de que el ejército realista contaba con 4000 hombres y el patriota con sólo 2000, la suerte sería favorable para los patriotas
La desobediencia de Belgrano selló la suerte de nuestras provincias del Norte, dado que obedecer las órdenes del Triunvirato, que sólo atinaba a salvar la Capital y su gobierno, hubieran significado la pérdida del norte argentino. Belgrano se debió enfrentar a los enemigos realistas y a las órdenes del gobierno, que actuaba de una manera egoísta.
Con su actitud, Belgrano salvó la causa de la Revolución. Y éste es el enorme mérito de esta batalla.
Sobre su trascendencia, dijo Mitre: “Lo que hace más gloriosa esta batalla fue no tanto el heroísmo de las tropas y la resolución de su general, cuanto la inmensa influencia que tuvo en los destinos de la revolución americana. En Tucumán salvóse no sólo la revolución argentina, sino que puede decirse contribuyó de una manera muy directa y eficaz al triunfo de la independencia americana. Si Belgrano, obedeciendo las órdenes del gobierno, se retira (o si no se gana la batalla), las provincias del Norte se pierden para siempre, como se perdió el Alto Perú para la República Argentina’’. .
A Manuel Belgrano, el heroísmo de los salteños, jujeños, santiagueños y tucumanos, y al resultado de la batalla de Tucumán, debemos que nuestra patria tenga sus actuales límites y su integridad territorial. No en vano, el libertador San Martín advertía sobre Belgrano: "...es el más metódico de los que conozco en nuestra América, no tendrá los conocimientos de Moreau o Bonaparte en punto a la milicia pero, créame que es lo mejor que tenemos en América del Sur... "
Adhesión de la Asociación Cultural Sanmartiniana en el 200° aniversario de la Batalla de Tucumán.
Julio C Ruiz Adriana Cisneros Miguel Gargiulo
Presidente Tesorero Secretario