A 196 años de aquella calurosa mañana de 1816, todavía nuestra Patria Argentina, tal vez esté pagando el precio de malquerer a los hombres que la hicieron grande, y no vacilaron en dar sus haciendas, fortunas y vidas en arar de fundar una gran Patria Americana
Predecía San Martín en 1816, “ no hay remedio mi amigo, el país se va a envolver en las mayores desgracias, con el doble sentimiento que los principales agentes de ellas sean los padres en quienes confiaron los pueblos, su fortuna y su honor. Esto está demasiado conocido y, ahora se convencerá usted más y más de mis reflexiones acerca de lo imposible que yo creía fuésemos capaces de mandarnos a nosotros mismos...”
“Unidad, unidad, esta debe ser nuestra bandera “ había reclamado Simón Bolivar, en vida.
Ninguno de nuestros héroes consiguió esa Unidad. Tal vez porque faltó grandeza en sus coetáneos para comprender que la problemática de la independencia no se agotaba con las armas, que había que tomar en serio las indicaciones y advertencias de que solamente con un pueblo ilustrado y virtuoso podríamos tener repúblicas verdaderamente independientes.
Porque los dirigentes de esa época no supieron comprender que el poder sin virtud, no es legítimo y arroja a las naciones a las luchas fratricidas, que son aprovechadas por los que siempre quisieron y quieren dominar a la América.
Tal vez porque no supieron escuchar las profecías de que en desunión y sin ciencia- como advertía Bolívar- íbamos a ser devorados por los estados del norte del Río Bravo, “que nos inundarán de desgracias en nombre de la libertad”.
Por ello, es hora que los latinoamericanos dejemos de deshechar nuestra historia, para aprender de los errores cometidos, aunque las circunstancias sean mucho más difíciles hoy que ciento ochenta años atrás, ya que al decir de Belgrano “ los hombres no entran en razón hasta que no padecen, y espero que no veamos el orden hasta que cada uno de nosotros, por nuestra propia conservación, no entremos en nuestros límites...”(Tucumán - 1816)
Hoy, nuestra gran patria Americana en general, y nuestra Argentina en particular, están soportando las nuevas “colonizaciones de la deudas externas” que pesan sobre sus espaldas y no solo condicionan su futuro sino también su independencia.
Mas que nunca, en estos momentos, es hora de reverdecer los pensamientos de nuestros grandes, asirnos a la esperanza de la unidad y trabajar en pos de ella. Se necesitarán años y varias generaciones para intentar alcanzar un futuro de grandeza, o por lo menos, la esperanza de un futuro. Para poder desterrar la conciencia de servidumbre.
Tal vez, a la luz de ciento noventa y seis años, entendamos hoy aquellas palabras de San Martín “Para defender la Independencia no se necesita otra cosa que cierto orgullo nacional pero para defender LA LIBERTAD y sus derechos, se necesitan CIUDADANOS no de café sino de instrucción, de elevación de alma y por consiguiente, capaces de sentir el intrínseco y no arbitrario valor de los bienes que proporciona un gobierno representativo” . O a las de Simón Bolívar cuando decía “un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción...porque las naciones marchan al término de su grandeza con el mismo paso que marcha la educación...ya que esta es la base más sólida de la libertad de los pueblos...” porque de lo contrario perderíamos nuestra libertad “como consecuencia de nuestra incapacidad para enfrentar los retos del desarrollo...”·
Adhesión de la Asociación Cultural Sanmartiniana de Bolivar en el 196° Aniversario de la Declaración de la Independencia Nacional.
Julio C Ruiz Adriana Cisneros Miguel A Gargiulo
Presidente Tesorero Secretario